Siempre resonarán las guitarras a altas horas de la noche. Los efectos secundarios de las musas llevan al insomnio, a ver la noche de otra manera, escucharla, acompañar su silencio con notas que hacen vibrar las cuerdas a manos desnudas. Y si vibran, el corazón también lo hace.
Llega la vida y te lo dice. Espera. A veces eterna. Llega, pero se va. Te abandona, y vuelve. Ocasionalmente efímera. Intensa. Muy lenta. Quizás no llega nunca... O te atrapa de repente. ...y qué bueno que viniste.
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