Hasta mi cámara te echa de menos

Las crisis son inevitables.
Los tiempos para pensar son eternos.
Las prisas nunca fueron buenas compañeras.
Las decisiones no siempre son correctas.
Cuando aparecen las nubes, el pesimismo está a la orden del día.
No siempre los planes salen bien.
Las decisiones precipitadas agobian demasiado...

Y cuando te das cuenta de todo esto, la esperanza y la alegría comparten tumba.

Odio tener la sensación de llegar tarde a todos los sitios.

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