La mujer perfecta

Nunca le grites, pero tampoco alces la voz cuando él lo haga. Hazle feliz, sonríe le cuando él tenga otros planes. Consigue olvidarte de tí, pero nunca de él. Nunca le reproches sus olvidos, cómprate flores, cajas de bombones y detalles por tu cumpleaños. Hazle la comida, aunque se quede fría en la mesa porque él no va a venir. Lava los cuellos de sus camisas impregnadas de carmín rojo y olor a amores clandestinos.

Olvida tus sentidos. Deja el olfato a un lado cuando llegue a casa oliendo a cerveza, a whisky barato y a humo de cigarro. Olvida el tacto, las caricias ya no existen. No hay vista, tu papel es ser ciega. No oigas tras las puertas, puedes hacerle daño mientras él habla con otras. Deja tu gusto en una esquina del salón, los besos ya no saben a nada. Desaparecieron.

Consigue llevar todo eso a cabo.

¿Lo hiciste? Si tu respuesta es afirmativa eres la mujer perfecta. Pero, ¿Eres feliz?

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