Cuando volvía tarde a casa aprovechaba para darle al botón para peatones de los semáforos. Ella cruzaba cuando estaba el muñeco en rojo, le daba igual, pero si el semáforo cambiaba a verde... Quizás fueran unos enamorados los que lo aprovecharían para comerse a besos.
Mis disculpas a los solitarios.
Mis disculpas a los solitarios.
Comentarios