Idiotez a flor de piel


A veces, la tinta se vuelve invisible. A trote de corazón palpitante se puede distinguir algún que otro trazo, sílabas sueltas, manchas... Pero muy pocas cosas con sentido.

La noche abarca, el día llama y los locos lloran. El intento de poner un pie en el suelo de la realidad es en vano, mientras ponemos a prueba la parálisis sentimental.

...Es congénita.

Comentarios

sαkurα ha dicho que…
Genial. Has evolucionado mogollón escribiendo, tienes un enfoque que me gusta mucho =)

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